Cómo conducir bajo la lluvia

La lluvia es uno de los factores climáticos más comunes que afectan la seguridad al conducir. Una carretera mojada, mala visibilidad y un pavimento resbaladizo crean condiciones en las que incluso los conductores experimentados pueden enfrentar dificultades. Según estudios, alrededor del 20% de los accidentes de tráfico en el mundo están relacionados con condiciones climáticas adversas, incluida la lluvia. ¿Cómo prepararse para conducir en un día lluvioso y minimizar los riesgos? En este artículo, analizaremos aspectos clave: desde la preparación del vehículo hasta las técnicas de manejo en carreteras mojadas.

Preparación del vehículo para la lluvia

Antes de salir a la carretera bajo la lluvia, es fundamental asegurarse de que tu vehículo esté listo para estas condiciones. Aquí hay algunos pasos que te ayudarán a evitar sorpresas desagradables.

  1. Revisión de los limpiaparabrisas
    Los limpiaparabrisas son tu principal aliado contra la mala visibilidad. Asegúrate de que las escobillas no estén desgastadas y que eliminen eficazmente el agua del parabrisas. Si dejan marcas o hacen ruido, cámbialas. También verifica el nivel de líquido en el depósito del lavaparabrisas: en la lluvia, la suciedad y las gotas ensucian rápidamente el cristal, y necesitarás más líquido de lo habitual.
  2. Estado de los neumáticos
    Los neumáticos son clave para el agarre en una carretera mojada. Comprueba la profundidad del dibujo: el mínimo permitido es de 1,6 mm, pero para conducir de manera segura bajo la lluvia, es mejor que sea de al menos 3-4 mm. Los neumáticos con buen drenaje de agua (con surcos profundos) reducen el riesgo de aquaplaning, una situación en la que el vehículo pierde tracción debido a una capa de agua.
  3. Iluminación
    La lluvia reduce la visibilidad, por lo que unas luces delanteras, faros antiniebla y luces traseras en buen estado no solo son un requisito legal, sino también una cuestión de seguridad. Enciende las luces bajas incluso de día si la lluvia es intensa, y usa los faros antiniebla en caso de niebla densa. Asegúrate de que todas las bombillas funcionen.
  4. Frenos y suspensión
    Las pastillas de freno mojadas pueden responder con retraso, así que revisa su estado antes de salir. La suspensión también es importante: unos amortiguadores desgastados empeoran la estabilidad del vehículo en una carretera resbaladiza.
  5. Tratamiento de los cristales
    Aplica un producto repelente al agua (conocido como "antilluvia") en los cristales. Esto mejorará la visibilidad, ya que las gotas se deslizarán más rápido y los limpiaparabrisas tendrán que trabajar menos.

Técnicas de conducción bajo la lluvia

Una vez que el vehículo está preparado, es hora de centrarse en la conducción. En días lluviosos, el estilo de manejo debe ser más suave y cauteloso. Aquí tienes algunas recomendaciones clave.

  1. Reducción de la velocidad
    En una carretera mojada, la distancia de frenado aumenta entre 1,5 y 2 veces. Reduce la velocidad en 10-20 km/h por debajo de lo habitual y mantén una distancia con el vehículo de adelante el doble de lo normal en condiciones secas. Esto te dará más tiempo para reaccionar.
  2. Evita movimientos bruscos
    Frenar, acelerar o girar de forma repentina puede provocar un derrape. Maneja el volante con suavidad y presiona los pedales con delicadeza. Si tienes una transmisión automática, usa el modo "lluvia" o "invierno" si está disponible.
  3. Lucha contra el aquaplaning
    El aquaplaning ocurre cuando los neumáticos no logran desplazar el agua y el vehículo empieza a "flotar". Si sientes que el volante se vuelve "ligero" y el coche no responde, no te dejes llevar por el pánico: suelta el acelerador suavemente, no frenes de golpe y mantén el volante recto hasta que recuperes el agarre.
  4. Evitar charcos
    Los charcos profundos son un peligro oculto. Bajo el agua pueden esconderse baches, piedras o basura, y entrar en un charco a alta velocidad aumenta el riesgo de aquaplaning. Si no puedes evitarlo, reduce la velocidad y pasa lentamente, sin maniobras bruscas.
  5. Uso de luces y señales
    Enciende las luces bajas o los faros antiniebla para que otros conductores te vean. Si la lluvia es fuerte y debes detenerte, activa las luces de emergencia y busca un lugar seguro para estacionarte, evitando el arcén en zonas de tráfico intenso.

Cómo lidiar con la mala visibilidad

La lluvia suele ir acompañada de niebla, salpicaduras de otros vehículos y empañamiento de los cristales. Aquí te explicamos cómo mejorar tu visión:

  • Ajuste de la ventilación: Enciende el aire acondicionado o el flujo de aire caliente hacia los cristales para evitar que se empañen. Si no tienes aire acondicionado, abre ligeramente una ventana.
  • Limpieza de espejos: Los espejos laterales se cubren rápidamente de gotas. Usa la calefacción de los espejos si la tienes o límpialos manualmente antes de salir.
  • Sigue las líneas de la carretera: Si la visibilidad es baja, oriéntate por las marcas viales y los reflectores para no salirte de tu carril.

Conducción en lluvia intensa

Una lluvia torrencial no es solo una molestia, sino un peligro real. Si la visibilidad se reduce a unos pocos metros y el agua inunda la carretera, lo mejor es esperar a que pase lo peor. Busca un lugar seguro —una gasolinera, un estacionamiento o un arcén amplio— y detente. No te estaciones bajo árboles o carteles publicitarios que puedan caer por el viento.

Si no puedes parar:

  • Conduce despacio, guiándote por las luces del vehículo de adelante (pero sin acercarte demasiado).
  • Evita zonas bajas y puentes donde se acumula agua.
  • Vigila el nivel del agua en la carretera: si supera el borde inferior de las puertas, no te arriesgues, ya que el motor podría apagarse por un golpe hidráulico.

Preparación psicológica

La lluvia no solo afecta la técnica de conducción, sino también tu estado mental. Conducir bajo tensión durante mucho tiempo cansa, y el ruido de la lluvia puede distraer. Haz pausas cada 1,5-2 horas para descansar. Lleva agua y un refrigerio ligero en el coche para mantener la concentración.

Qué hacer después de conducir bajo la lluvia

Tras manejar en la lluvia, dedica un momento al vehículo:

  • Seca las pastillas de freno presionando suavemente el pedal varias veces a baja velocidad.
  • Revisa el interior por si hay filtraciones.
  • Limpia los faros y cristales de suciedad para estar listo para el próximo viaje.